jueves, 1 de octubre de 2009

LA RADIACIÓN IONIZANTE: UNA HERRAMIENTA SIN GRANDES RIESGOS EN EL DIAGNÓSTICO ODONTOLÓGICO

La radiación ionizante es el tipo de energía electromagnética o corpuscular que tiene la capacidad de desprender un electrón de la órbita de un átomo, desestabilizar su equilibrio de cargas y crear un ión con carga positiva (el átomo sin un electrón) y un ión con carga negativa (un electrón libre).

Este tipo de energía se encuentra de forma natural en el medio ambiente. diariamente los seres vivos se ven sometidos a diferentes tipos de radiación ionizante que son muy variados y se encuentran en cualquier parte del planeta.

Por esta razón la radiación natural se divide en tres grupos según la fuente que la produce: radiación externa de origen cósmico, radiación externa de origen terrestre y radiación interna.


























RAYOS X EN ODONTOLOGIA

Los rayos X son quizás el tipo de radiación ionizante más conocida en el campo odontológico y a la vez una de las herramientas más útiles en su diagnóstico.

Estos rayos se producen de forma natural en las estrellas, pero en la tierra aparentemente sólo se generan de forma artificial por el hombre. Tienen las mismas características de otros tipos de radiación ionizante, y pueden ser usados con fines terapéuticos, diagnósticos e industriales, dependiendo de su intensidad y dosis.

En Odontología la utilización de los rayos X con fines diagnósticos aportan dosis muy bajas, comparables a las que se reciben como consecuencia de la radiación natural.

La exposición de un paciente al que se le toma un juego radiográfico periapical completo de 21 placas, con un equipo convencional y películas tipo E con colimación redonda, equivale a la radiación que se recibe del medio ambiente durante 5 días . Esta dosis puede ser aún más baja utilizando películas más sensibles, como las tipo F, o mediante la utilización de equipos de adquisición electrónica, sin perder información diagnóstica .


Protección radiológica en Odontología

La radiación utilizada con fines diagnósticos en radiología oral convencional es muy baja si se compara con la utilizada en otras áreas de la Medicina, como la fluoroscopía o la tomografía computarizada. No hay un estudio clínico que demuestre una asociación entre las bajas dosis de radiación utilizadas en diagnóstico oral y mutaciones genéticas u otros daños en el paciente o el opera dor, como tampoco se puede asegurar q ue sean absolutamente inocuas.

Para lograr una práctica eficiente de la radiología oral hay que partir de la justificación del examen. El Real Decreto Español 1132 de 1990 dice: "Toda exposición a radiaciones ionizantes en un acto médico deberá realizarse al nivel más bajo posible, y su utilización exigirá:

1. Que esté médicamente justificada
2. Que se lleve a cabo bajo la responsabilidad de Médicos u Odontólogos."

La decisión de pedir el examen radiológico deberá hacerse cuando no se pueda conseguir esa información con otro método diagnóstico, y cuando sea estrictamente necesario, también deberá valorarse el costo del riesgo biológico contra el beneficio diagnóstico, como puede ser el caso de pacientes embarazadas con urgencias endódonticas.

El tiempo de exposición, el uso de barreras y la distancia son también puntos importantes por considerar. Se puede disminuir el tiempo de exposición con la utilización de películas rápidas. Los equipos digitales constan de sensores electrónic os radiosensibles que producen imágenes de superior calidad a las producidas por placas radio gráficas, con menor tiempo de exposición y con la posibilidad de ser manipuladas y transmi tidas digitalmente, bien mediante los programas ofrecidos por sus fabricantes , como por otros de uso comercial .

La dosis que recibe la tiroides en un examen periapical completo es aproximadamente 0,94 mGy y genéticamente significativa de sólo 1,0 mGy que corresponde al 0,03% de la exposición del medio ambiente en un año .

El uso de chalecos y protectores tiroideos para los pacientes disminuyen aún más la dosis gonadal y tir
oidea recibida.

Los haces de rayos X disminuyen su intensidad con la distancia de una forma geométrica. El haz se dispersa al alejarse y su i ntensidad es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre un punto y la fuente. Por esta razón un operador que se encuentre alejado de la fuente y fuera de la trayectoria del haz, como ocurre en condiciones normales, no corre un mayor riesgo que otro profesional.

Los filtros, los colimadores y las pantallas intensificadoras son parte del equipo básico que contribuye a lograr imágenes radiográficas de muy buena calidad sometiendo al paciente a una baja exposición a la radiación. Es te se puede optimizar utilizando colimadores rectangulares que limitan el área irradiada al área

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